Una de las cuestiones que siempre va a ser discutida por los filósofos es el tiempo, desde la antigüedad Anaximandro, Sócrates, Platón y Aristóteles fueron diferentes las aportaciones respecto al tiempo. El tiempo lo relacionamos siempre con los hechos y entramos a un plano ontológico, donde las discusiones se vuelven mas intensas.
Es muy frecuente escuchar: “Andale se te va a pasar el tiempo”, y ya el objetivo calificativo cada quien se lo pone. Y también es muy sabio escuchar: “Nunca es tarde para aprender”. Y esta frase me hace expresar estas líneas debido a la experiencia vivida. En otras ocasiones he repetido que la vida es un aprendizaje, cada minuto, segundo, aprendemos algo nuevo. Pero la vida es tan sabia que cuando menos lo esperamos ya tenemos que aprender algo para poder salir adelante en las diferentes circunstancias de la vida.
Me ha tocado pasar uno de esos momentos en los que haces conciencia que tienes que aprender un poco más, o mejor dicho un mucho más. Simplemente te das cuenta que la vida se te va de las manos con el menor de los movimientos y no es que salga de tus manos la vida, sino que requiere acomodarse para ser diferente, para dar nuevas formas de ser, en ese momento es cuando más tienes que aprovechar para salir adelante y ser diferente.
La vida es difícil, si, pero tenemos que aprender a cada momento y nunca rendirnos, es raro decirlo porque pareciera que por momentos bajo la guardia y creo que todo se acaba, pero surge una pequeña luz que me hace pensar que lo mejor esta por venir y que rendirse sería una pérdida garrafal de la vida.
Tal vez te ha pasado, por los diferentes momentos de la vida, pero es necesario des-aprender para aprender cosas nuevas. Y solo tendrán sentido cuando volteamos a esa luz que está allí para llevarnos por buen camino.
