miércoles, 11 de enero de 2012

Lo que te motiva a seguir...


Cuantas veces tenemos que darnos de “frentazos” en la vida para comprender que lo que hacemos esta mal, o en su defecto, qué es lo que nos hace cambiar de opinión en la vida.
Pueden ser varias circunstancias, pero definitivamente lo que más nos cuesta a los seres humanos es conocernos. Cuando lo sabemos vemos nuestra realidad propia y lo que deseamos podremos realizarnos en la vida. Las personas que siempre cambian y nunca son capases de terminar las cosas, es gente que simplemente no sabe lo que quiere, que busca y vive del momento, pero del momento según el cual me convenga.
Si ahorita me conviene ser presidente lo puedo hacer, pero al rato panadero soy. No terminamos por darnos cuenta de lo que somos y nos movemos al ritmo de la gente. Una identidad personal es necesaria para hacer nuestro propio camino en la vida, de tal forma que si arriesgas tienes la plena satisfacción de decir: “me equivoqué”.
Pero ser papalotes por la vida es nunca tener la vista plena en aquello que quiero ser. Un chavo de Prepa me comentaba que él no creía en muchas cosas de religión, que tiene muchos conflictos. Lo primero que le pregunté: ¿Sabes quién eres tu? ¿conoces realmente lo que crees? sus respuestas fueron muy dudosas y le dije: primero demuéstrate la capacidad que tienes de creer, sino la tienes y no te conoces, así fueras budista o judío jamás creerás en nada.
Es valioso conocernos y estar convencido de lo que soy, no podemos andar por la vida probando y probando, signo claro que no tenemos un plan de vida.
Nuestro vida debe tener un rumbo, un ideal y aferrarnos a él porque realmente estamos convencidos de lo que deseamos.

miércoles, 4 de enero de 2012

Porque amo a la Iglesia...


Hoy recordé una frase con mis alumnos muy sencilla que siempre he dicho: “Católico ignorante, futuro protestante”.
Y de verdad que se necesita mucha Fe para realmente valorar lo que vivimos, hoy es común que se diga: “Cristo si, Iglesia no”. Y quisiera recordar al gran padre Martín Descalzo que nos recuerda:
¿Queréis saber por qué amo yo apasionadamente a la Iglesia?
Por cuatro razones:
1.- Porque salió del costado sangrante de Jesús. La Iglesia nace y brota de la muerte de Cristo. Él murió para engendrarla ¿Cómo podría yo amar a Cristo sin amar también aquello por lo que Él murió?
2.- Porque a través de ella me ha llegado el recuerdo y el Evangelio de Jesús. Que a través de los años se ha ensuciado ese mensaje, pero recordemos que la Iglesia ha sido el canal que transporta ese mensaje.
3.- Amó a la Iglesia por sus santos. Porque junto a una comunidad de mediocres, en ella siempre habrá ese hilo de oro de la santidad que llega hasta nosotros. Por ellos es que vale la pena, con su vida nos han dado testimonio.
4.- Porque la Iglesia es mi madre, ella me engendró en la fe, ella me alimenta con sus sacramentos. Una madre que no ha sido la mas guapa ni perfecta, pero que simplemente la queremos porque nos ha engendrado.

Estos puntos son los que el padre Descalzo nos alienta para realmente querer a nuestra Iglesia que aún con sus arrugas y sus sombras, ha habido gente que simplemente ha entregado su vida por ella.
Y así pudiéramos ver miles de razones para amar a nuestra Iglesia, mientras debemos de agradecer pertenecer a ella, pretextos siempre habrá, los hombres nos gusta complicarnos la vida, pero recordemos que es necesario conocerla para amarla.