"Aquel hombre había muerto, se podía decir de él que había cum plido con todas sus obligaciones, fue profundamente religioso y había procurado no pecar.
En sus asuntos mundanos nose le podía reprochar nada, pagó puntualmente sus impuestos y había ayudado al prójimo.
Había educado severa pero amorosamente a sus hijos y les había inculcado ese sentido del deber cumplido que era según sus palabras el pasaporte a otro mundo.
había tomado las cosas con la seriedad debida ye el respeto fue siempre el principal invitado a su mesa, así que cuando murió no se fue con una sonrisa en los labios, porque no solía sonreir muy a menudo, pero sí con una satisfacción muy grande con el corazón seguro de haber hecho su trabajo. Al llegar al cielo se encontró frente al creador y Dios le preguntó:
- ¿Que haz hecho con lo más preciado que te entregué? ¿Qué lograste con la parte de cielo que te correspondió al nacer?
Y el hombre contestó orgulloso que había cumplido con todo y comenzó a enumerar sus buenas acciones y toda las responsabilidades cumplidas precisamente como Dios manda. Pero los ojos del Señor se entristecieron y le respondió:
- No, yo te pregunté que hiciste con la alegria que tuve que estar presente en todos los días de tu vida para que te acercaras a Mí. ¿Que fue de ella? ¿Dónde quedó? ¿Aquí no podrás entrar sin ella como compañera? ¿Por qué no comprendiste eso? ¿Acaso no me sentías junto a tí cada vez que tu corazón reía? Ve regresa y cuando me traigas la alegría que te corresponde aquí estará tu lugar junto a mí auqnue te tome mil vidas..."
Espero les gusté este hermoso pensamiento que lo saqué de la obra "El canto del Hombre", se lo dedico a una familia que siempre me ha apoyado en todo momento...