miércoles, 30 de noviembre de 2011

simplemente...


Escribir es una de las pasiones indescriptibles que el ser humano puede tener, hay quien lo hace muy bien y otros que simplemente escribimos, la razones para escribir son las vivencias de la vida, la meditación y reflexión de lo que la vida nos va presentando.

Hace unos meses pensaba en la situación que ahora me encuentro, rehabilitando mi rodilla que fue sometida a una operación dolorosa. Pero en el fondo creo que Dios va poniendo las situaciones perfectas de la vida para aprender y ser mejores personas. Las cosas no son fruto de la casualidad, eso no existe en el lenguaje de Dios, todo es providencial.

Y ahora es la providencia que nos hace estar frente a la vida, superarnos, movernos y ser mejores. La consecuencia para abandonarse en las manos del Ser que nos ha amado tanto es causa segura de nuestra vida.

Dios sabe tratar a sus amigos, en ocasiones pareciera que no es tan bueno el trato, la razón que huimos del sufrimiento, sabiendo que el sufrimiento es la causa de nuestra redención futura.

Nosotros somos los seres mas preciados de la creación de Dios, podemos estar seguros que nuestra vida debe estar marcada por el camino divino y sobre todo por la voluntad de Dios. Que es el hombre sino un ser despreciable cuando se abandona a su egoísmo y se deja llevar por las cadenas del orgullo, de la vanidad, del placer, del amor propio sin compartirlo.

Estar más al pendiente de cuidarme de no “sufrir yo” justificándonos en “asi soy yo”. Ciertamente tenemos la libertad divina pero Dios no hizo seres humanos egoístas ni tampoco esa es la bandera de salvación.

La única bandera de salvación para el hombre consiste en pocas palabras, en cuatro para ser precisos. AMOR.

La virtud más importante según el apóstol de los gentiles es la Caridad, pero es necesario darnos cuenta de nuestra realidad propia, somos seres humanos creados, criaturas que tenemos la capacidad de ser perfectibles y que la Iglesia nos dice que esa capacidad se llama: SANTIDAD.

La vocación a la santidad no consiste en ser perfectos, sino en darnos cuanta que somos capases de vencer las cadenas de nuestro propio ego. Para eso se necesita orar, meditar, dirigirnos al Señor como un amigo fiel que nos enseña y nos da la posibilidad de también ser gratos a Dios.

Que tristeza cuando las personas no comprendemos esta encomienda, desgraciadamente nos dejamos llevar por las pequeñas cosas que no hacen ningún bien a nuestra vida. Al contrario nos hacen encerrarnos en las cadenas de nuestro propio ego.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Gracias...


No es muy frecuente que cuando nos pone Dios sus pruebas estemos contentos, por lo regular nos quejamos de todo y le llegamos a reclamar a Dios. Pero ahora que estoy a unas horas de que la vida me vuelva a probar; mi sentimiento no es de tristeza ni mucho menos, al contrario me siento feliz por esta nueva oportunidad que Dios pone en mi vida, por las personas para las cuales significas algo, etc.
La felicidad es una tarea interior y depende de uno mismo para vivirla intensamente. Ahora solo tengo ojos para voltear al cielo y expresar mi gratitud al Ser que me ha dado todo en la vida.
En la vida hay momentos duros pero siempre tomarlo y encomendarlos es algo de lo que nunca debemos arrepentirnos.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Y el amor?


Cuando alguien no le va bien en la vida de los amores es común hacer esta pregunta: ¿Y el amor? pareciera que el amor es la fórmula mágica que soluciona todo y lo compadece todo. Y no estoy diciendo que no sea cierto, al contrario, el amor es la máxima de nuestras vidas. Quien no este dispuesto a amar, simplemente será un cadáver vagando por este mundo de lágrimas.
Así el grande Francisco de Asis descubrió en su vida la entrega total a sus hermanos, a tal grado que a todo mundo llamaba hermano. Y que decir de la Gigante Teresa de Calcuta, gente que no se cuestionaba si el amor lo podía todo o no, simplemente entregaba su vida por amar.
No tiene la culpa aquel que no ama, sino también aquel que no tiene la capacidad de amar lo suficiente y duele, pero en el fondo debemos preguntarnos si duele porque quiero un capricho, o simplemente estoy buscando el amor de una manera egoísta sin voltear a ver las necesidades de los demás.
El amor es grande, aquello que se alimenta día a día y que sobre todo se encuentra en la medida que somos capaces de dar sin importar las consecuencias.
Y porque fijarnos de manera egoísta en las personas a tal punto que llegamos a creer que son posesión nuestra cuando en realidad no lo son, debemos darnos sin importar las circunstancias aun no teniendo aquello que deseo.
El fruto del amor en el matrimonio son los hijos y allí el amor se multiplica mas, cuando se comprende esto podrá llegar la plenitud del amor en estas dos personas.
Pero porque nos entretenemos en cuestiones que no valen la pena, nos lamentamos tanto y amamos menos.
La unión es la consumación mas sagrada del amor, cuando el amor no te hace trascender, ir hacia aquello que te hace pleno en lo mas hondo del ser, entonces ese amor será limitado. Pero cuando el amor te hace acercarte al Necesario, entonces podrás decir que el amor ha valido la pena. Aún el que no cree, que se resiste a toda clase de amor en este mundo, comprendería que hay cosas más importantes que solo armar un rompecabezas de nuestra vida.
Cualquier cosa que hagamos en la vida debe de ir impregnada de amor, amor sincero que no tiene remordimientos, que no tiene celos, que simplemente voltea la mirada hacia las necesidades, y como la madre Teresa el fruto del amor será el servicio.


La peor de todas: la soberbia.


Contra la soberbia esta la humildad, pero cuantas veces no hemos tenido que toparnos con gente que desbordan de soberbia, somos esa gente que nos cuesta reconocer que lo que se nos ha dado es obra de otro ser superior a nosotros. Santo Tomás entiende por la soberbia: las criaturas racionales se tributen a sus propias fuerzas los bienes que han recibido de Dios; o creen que los ha merecido; o se jactan de lo que no poseen, creyendo tenerlo, o de que lo poseen en mayor grado de lo que lo tienen; contra lo cual sentencia san Pablo: “¿Qué tienen que no hayas recibido; y si lo has recibido, porque presumes como si no lo hubieras recibido?” (1 Cor 4, 7).
Por eso que ganamos con enfrentarnos a los demás, porque siempre tratamos u olvidamos a aquellos que con mucho cariño han demostrado todo, dando lo mejor de si, es uno de los vicios mas condenatorios que hacen olvidar al hombre su ser.
Y realmente cuando somos soberbios buscamos todo y no logramos encontrar nada, la razón es porque siempre pensamos que no lo merecemos, ser humildes es una tarea difícil que debemos de practicar, cada día a imagen de aquél que se humillo tanto que tuvo una muerte de Cruz.

martes, 8 de noviembre de 2011

Y porque el silencio.

Cuántas veces nos hemos sentido extraños en medio de un mundo que parece incomprensible, porque es como si todo cae con mas fuerza, cuando mas te esfuerzas por ser mejor.
Es claro que siempre debemos de ir hacia delante, las cosas que tenemos y que pensamos deben hacernos volar, llegar hasta lo mas alto de nuestras vidas, o al menos es lo que pienso. Se que la vida te presenta nuevas consecuencias de las cuales tienes que arriesgar, pero ¿cómo podemos construir nuestra propia vida? si no arriesgamos, no nos atrevemos a ser diferentes. Morir al propio egoísmo es la mayor prueba de amor a nosotros mismos, porque una vez que eres capaz de vencer a ese ego podrás enfrentar las cosas que la vida te presenta.
El verdadero silencio es lo que te presenta al Maestro. En el silencio de nuestra alma podemos encontrar el mayo consuelo, el mejor compañero. Porque donde más sino en la brisa suave es donde descubrimos al Padre que siempre esta allí para decirnos solo una palabra “te amo”.
Y que no importa lo que hayamos hecho sino lo que mas importa es nuestra capacidad de amar.
En el silencio somos capases de ver la propia vida, porque no es otra cosa que encontrarnos con la Vida misma.

martes, 1 de noviembre de 2011

El punto medio.


Desde la antigüedad Aristóteles lo señalaba "In medio virtus”, y de verdad en plena adversidad y cuando la vida no parece fácil como encontrar ese punto medio. Como olvidar que la vida te pone las cosas para que las resolvamos de la mejor manera.
Ahora no sé si me toque perder, no se si se resuelva las cosas de otra manera. Lo que sé, que la mejor decisión será la que se tome para bien de la propia vida y eso me bastara para ser feliz.
Es cierto que el corazón duele, se siente atemorizado, horrorizado porque haz puesto la ilusión, pero también debemos enseñar al corazón a ser capaz de descubrir lo bueno, lo mejor.
Son cosas que pasan en la vida, lo sé, pero ahora es cuando más busco encontrar ese punto medio, eso que me ayude a resolver, a quitar un poquito el ogro que esta dentro para demostrar la verdadera persona. Las pruebas nunca son fáciles, pero quiere Dios que ahora me sienta tan comprometido a aprender de lo que la vida me va mostrando.
Solo una cosa más, tómame en tu mano, muéveme lo mas que quieras, pero no me dejes.
Cuando somos capases de encontrar ese punto medio en la vida es cuando podremos decir que somos mejores personas.